Lo que comenzó como un pedido de cuidado para una gata que lloraba se convirtió en un fenómeno viral.
Gracias al usuario @santiidelson se hizo viral en Twitter una historia muy simpática sobre mascotas y carteles en un ascensor. En los elevadores se suelen dejar avisos o quejas y ha habido muchos casos de reclamos que aparecen colgados en ascensores y se vuelven virales al ser subidos a Internet.
En este caso no estamos hablando de ningún reclamo o queja sino de un hilo analógico de mascotas. Todo comenzó cuando una familia se fue de viaje, dejando a su gata llamada Marta en el departamento. Aparentemente se quejaba bastante de estar sola, así que un vecino escribió un mensaje. Así lo relató el autor del hilo:
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“Hace unos días apareció en el ascensor este cartel, sin quejas ni reclamos, solamente un pedido de cuidar a un gato aullador. La explicación ES UN MICHI, simple y compacta, era un archivo .zip con las miles de razones por las que hay que querer a un gato.”
El mensaje pedía que le dieran mucho amor a Marta. Al día siguiente sus dueños respondieron, explicando que habían estado de vacaciones, pero que había sido visitada por alguien todos los días. Según lo cuenta el autor del tweet: “Al día siguiente apareció la respuesta, anónima. Otra nota que hablaba de MARTA, una gata que nunca ví, con un muy buen nombre. No conozco tanto a mis vecinos (son 10 en total) pero estas notas estaban escritas por gente claramente gatera.”
El muchacho que publicó el hilo en Twitter colgó una notita pidiendo ver a Marta. Un par de días después sus dueños cumplieron el pedido y mostraron una foto de la gata, con algo de información. Otra persona colgó un cartel hablando del “furor por Marta” y pidiendo más fotos. Sin embargo alguien no estaba muy a gusto con la red social de ascensor.
El autor del hilo publicó: “El mensaje de la noche eran malas noticias. Alguien había sacado los carteles. Este nuevo mensaje pedía por el derecho a seguir posteando. Había un antigato entre nosotros. A la mañana siguiente ya no había carteles, alguien había arrasado con este canal de comunicación atípico tan diferente a las reuniones de consorcio. Alguien con oscuridad.”
“Mis sospechas recaían en 3 personas: Lucy la encargada (carteles = vandalismo), Laura mi vecina de piso (quiere que el edificio se sienta de categoría) o alguien random que simplemente quiere ver el mundo arder”. A pesar de los antigatos, los vecinos reconstruyeron el chat reimprimiendo y sumando fotos.
Varios gatos más se sumaron al hilo ascensorista, y en Twitter también se publicaron muchas fotos de mascotas. El autor del tuit original cerró: “Todo ocurrió dentro de este ascensor para 3 personas, durante una semana de muchísimo trabajo, quilombo, el país y etc. Recomiendo instalar esta nueva red social en sus ascensores.”