La titular del PRO se metió en el bastión del kirchnerismo e hizo campaña en Florencio Varela y Berazategui. Cómo se prepara para la interna del PRO en el distrito.
“Orden es una palabra buena”, buscó Patricia Bullrich extender la connotación del término que más usó en su paso este jueves por Florencio Varela y Berazategui, pleno conurbano bonaerense y municipios de la Tercera Sección electoral, bastión del kirchnerismo. La titular del PRO salió de campaña acaso en el territorio más adverso a Juntos por el Cambio y en particular a su figura, por el discurso intransigente hacia el Gobierno.
Bullrich pasó del “orden” para referirse a sus propuestas para enfrentar la inseguridad a ponderar el mismo concepto para “estabilizar” la economía y mejorar la educación a partir de evitar la pérdida de clases y evaluar a los docentes.
“¡Ustedes saben que conmigo en seguridad no se jode!”, levantó la voz sobre la calle 14, en Berazategui, aunque también procuró agregarle a la asociación con la “mano dura”, un aspecto ya consolidado en su perfil según su equipo, el “orden” vinculado al “cuidado y la protección” y no únicamente a la represión.
“¡El que las hace las paga! Las víctimas y la ciudadanía van a estar protegidas. Los policías van a estar protegidos y el que lleva mal el uniforme lo ponemos del lado de los delincuentes”, remarcó en otro tramo. Con ese propósito, la recorrida había arrancado en la Fundación Yo Pude, un centro de recuperación de adictos de Varela.
En la fortaleza del peronismo, Bullrich propuso “demoler” al kirchnerismo y puso el foco en el atraso en la insfraestructura del conurbano. “El cambio no es chiquito, con parches. Hay que demoler el régimen construido en estos años”, arengó en un local partidario, acompañada por Néstor Grindetti, Hernán Lombardi, Sebastián García de Luca y las legisladoras provinciales Florencia Retamoso y Lorena Petrovich.
También insistió con “reconvertir” los programas sociales en seguros de desempleo y no descartó enviar a las Fuerzas Armadas a combatir el narcotráfico en Rosario: “Si tenemos que llevarlas las vamos a llevar”.
Hubo momentos de tensión. En Berazategui caminó por el centro y recorrió comercios, y en la mayoría conversó sin problemas, pero también la cruzaron por su pasado como funcionaria de la Alianza. “Devolvé la plata de los jubilados”, le gritaron, y también algunos “aguante Cristina”.
Una mujer, exaltada, quiso acercarse mientras le decía “ladrona” y los militantes del PRO le cerraron el paso y la taparon con el cantito “Patricia presidenta”. También hubo un reclamo de familiares de Pablo Torrilla Diel, un gendarme que apareció muerto en Misiones en 2018.
Bullrich tiene previsto ir al conurbano todos los jueves -también los sábados cada dos semanas- y también pondrá el foco en transmitir su mensaje por Facebook y Youtube -más usadas que otras redes en el GBA- con el objetivo de revertir no sólo la hegemonía kirchnerista en esa zona sino también la ventaja de Horacio Rodríguez Larreta, su principal rival interno por la candidatura presidencial del PRO.
En su equipo reconocen que el jefe de Gobierno porteño está más instalado en el conurbano, aunque insisten en la “tendencia” favorable a la ex ministra de Seguridad en los últimos meses. “Hace un año Larreta era el candidato claro. Hoy acá la distancia es corta y Patricia está mucho mejor en el interior”, argumentan sus armadores.
De cara a la disputa interna, Bullrich también tendrá que aplicar el concepto de campaña y ordenar su oferta electoral en el principal distrito del país. La próxima semana comenzarán las reuniones para definir el postulante a gobernador, por el momento con tres aspirantes: Grindetti -intendente de Lanús-, el senador provincial Joaquín de la Torre -referente de San Miguel- y Javier Iguacel, jefe comunal de Capitán Sarmiento.
Sin un método para resolverlo -en las encuestas no hay diferencias sustanciales-, será determinante la palabra de Bullrich y buscarán llegar a un acuerdo. La presidenta del PRO esperará a que primero decante el escenario con las definiciones de Mauricio Macri y también de María Eugenia Vidal.
De la ex gobernadora depende que se agregue una cuarta posibilidad para su boleta en la provincia: Cristian Ritondo está anotado en la disputa para suceder a Axel Kicillof, alineado con Vidal. Del lado de Rodríguez Larreta ya quedó confirmado que el candidato será Diego Santilli.
También en función de la disputa con el jefe de Gobierno, Bullrich procura fortalecer su armado propio en todos los municipios bonaerenses. En Varela se mostró con Mario Kanashiro y en Berazategui con Dante Morini como precandidatos a intendentes.
“Vamos a ir a un esquema de I latina, la V corta va a ser una excepción”, graficaron para mostrar que se preparan para competir en los distritos, salvo en algunos casos en los que haya acuerdo como tal vez Vicente López. “No podemos ir con gente que defiende la candidatura de Larreta. No podemos confiar. Tenemos mucha competencia desleal”, advirtieron con la mirada en la fiscalización de elección en las PASO.