Según confiaron a Clarín, este lunes habría definiciones sobre los representantes de cada sector para la primera reunión de la mesa política del jueves.
Más dudas que certezas. La mesa política a la que Alberto Fernández convocó para este próximo jueves en la sede del PJ de la calle Matheu todavía no tenía este domingo definiciones sobre el número de invitados ni consenso en torno al texto final que en la cúpula del Frente de Todos aún se negociaba de cara al inicio de la campaña electoral.
“La idea es que la representación sea equilibrada. No va a ser en base a quién tiene más o menos votos“, aseguraron a este diario desde Casa Rosada en las últimas horas que, a pesar del calor insoportable, seguían atravesadas por arduas negociaciones entre los diferentes sectores de la coalición de gobierno en la previa de la cumbre peronista.
Fuentes partidarias confiaron que en la tarde de este lunes debería haber un panorama mucho más claro en cuánto a los enviados de los tres sectores más encumbrados de la coalición: el de Cristina Kirchner, el del Presidente y el de Sergio Massa.
Juan Manuel Olmos, el vicejefe de Gabinete -en los hechos, el encargado de la gestión-, seguía al frente de la rosca política en torno a la convocatoria y el documento por parte del albertismo que se prevé oficializar el jueves tras la reunión.
“Se está trabajando en eso”, resaltaron, aunque aclararon que no debería esperarse un texto de tanta relevancia. Según dicen, la foto es lo que importa.
Con la ex Presidenta en silencio y ausente con aviso en la reunión peronista, según dejaron trascender desde su entorno, y La Cámpora en un proceso de análisis puertas adentro sobre los pasos a seguir, existía en estas horas un intenso debate entre las máximas autoridades del peronismo bonaerense sobre la representación de ese sector en el encuentro del jueves.
Este lunes, abundaron, habría definiciones concretas.
Por el lado del Frente Renovador, Massa, ya avisó que este fin de semana terminaba de afinar la lista con los representantes -unos cinco, subrayaron- con los que el ministro de Economía se sentará a la mesa del PJ nacional. La presencia del funcionario no había sido confirmada por sus colaboradores, pero en el Gobierno descontaban con su participación.
En el caso de los gobernadores, el propio Presidente se mantuvo al teléfono en estos últimos días con varios de ellos. Según explicaron desde Olivos, Fernández dejó la representación de las provincias en manos de los mismos jefes provinciales.
Desde el Gobierno le aseguraron a Clarín que, más allá de las presencias y de las ausencias, y de la lectura que se realice desde los medios después de la convocatoria, la cumbre del jueves no debería deparar ninguna sorpresa.
“Nos une el espanto. Esa es la verdad”, sintetizaron fuentes oficiales.
Sin embargo, y más allá del rechazo oficial por la oposición de Juntos por el Cambio, la tensión puertas adentro del Frente de Todos sigue tan latente como siempre.
Operativo reelección de Alberto
Este domingo, por caso, fue el canciller Santiago Cafiero el que volvió a insistir con la reelección del Presidente, una idea que cae pésimo entre las filas del kirchnerismo, en particular en la agrupación liderada por Máximo Kirchner, otro ausente con aviso en el cónclave peronista del jueves.
“El mejor candidato que tiene el peronismo es Alberto Fernández”, resumió el canciller en declaraciones a FM Milenium. “Yo trabajo para la reelección del Presidente porque me parece que llevó adelante una gestión en un contexto muy adverso y construyó los cimientos para el despegue de la Argentina del futuro”, aclaró el funcionario.
Para el sector más duro del Frente de Todos, que el jefe de Estado insista con la búsqueda de otro mandato es casi como una provocación.El vínculo de Fernández con el kirchnerismo pende de un hilo. Con La Cámpora directamente ya no hay ningún tipo de respeto.
Quedó al desnudo en las últimas semanas, con los entredichos públicos entre la Casa Rosada y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. Después de eso, el Presidente dijo que ya sabía con qué funcionarios contaba para gestionar el último tramo de mandato.