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«Javier y Karina están desesperados porque vuelva a estar disponible», confía una fuente al tanto de la negociación. Es que tras varias idas y vueltas, que incluyeron la renuncia de una funcionaria de la Secretaría General, el Gobierno prepara una nueva licitación para un chequeo que permita al avión presidencial volver a operar, que prevé trabajos en principio valuados en más de US$ 3 millones.
Desde el 24 de junio, cuando perdió el permiso de aeronavegabilidad, el ARG 01 está «en tierra» y el Presidente tuvo que contratar chárters privados para su febril agenda exterior.
A diferencia de sus antecesoras Gabriela Michetti y Cristina Kirchner, Victoria Villarruel nunca tuvo a disposición la flota área presidencial. «Considera que es un gasto innecesario», aducen cerca de la Vice. Para su primer periplo europeo -este lunes se entrevistará con el Papa Francisco- se movilizó en vuelos de línea y por esta vía tiene previsto emprender el regreso al país después de su audiencia en El Vaticano. Durante su estadía en Roma se alojó en la embajada argentina en esa capital.
Pese un primer gesto de desconfianza, el Presidente y su hermana quedaron encantados con el reemplazante del Tango 01 cuando en mayo pasado lo utilizaron por primera vez, en una travesía a Los Angeles. El problema siempre fue el alto costo del denominado «E-Check», que es un test integral de la aeronave y de su sistema satelital.
En el Gobierno estuvieron mensurando varios meses si convenía o no avanzar en ese trámite. En el medio renunció la ex titular de la Dirección de Logística, Florencia Gastaldi, entre otras cuestiones por las sospechas por un supuesto direccionamiento en la licitación del mismo, que se frustró en dos ocasiones.
Una revisión que llevaría un mes
Ahora, según pudo averiguar este diario de fuentes oficiales y del sector aeronáutico, la Secretaría General de la Presidencia, de donde depende el área de Logística, y Casa Militar -que por un tema normativo está a la cabeza de la flota área oficial- se encuentran abocados a finalizar los pliegos para este chequeo.
Una vez seleccionado el proveedor, de seguro un «taller» estadounidense por la tecnología requerida, los trabajos se extenderían durante un mes. La próxima gira presidencial es a Brasil, en noviembre, por la cumbre de líderes del G20, pero hasta allí Milei podría ir con el ARG 10 (un Learjet 60). En enero próximo, en tanto, el jefe de Estado debería ir a la suiza Davos.
Sin embargo, en los últimos días volvió el malestar a la Base Aérea Militar de Aeroparque (BAMA) por el repentino traslado de empleados «civiles» a oficinas de Secretaría General -pasarían a depender de Agrupación Técnica- por las quejas por supuesta «vagancia e incapacidad» que partirían desde la jefatura de Casa Militar.
Es que las internas continúan en la Secretaría General. El miércoles pasado fue desplazada la subsecretaria de Coordinación Administrativa, Gladys Humenuk, que desde hacía tiempo mantenía una fría relación con Karina Milei -había llegado al Gobierno por su amistad con su entonces compañero de Corporación América- y por «temas particulares». Ibáñez, al parecer, se habría recostado en esta funcionaria, que ahora buscaría otro cargo de «menos responsabilidad» en el Ejecutivo.
El lunes pasado, en tanto, Balzola recibió en sus oficinas de la BAMA a Agustín Expósito, director nacional de Seguimiento Operativo y Gestión, y primo de la influyente Belén Agudiez, la mano derecha de Karina en la Secretaría General.
Expósito, de 24 años, llegó al Estado prácticamente sin experiencia en la actividad privada. Pero es uno de los funcionarios involucrados en la confección de la citada licitación y, al parecer, en temas ajenos a la gestión gubernamental, como son los traslados de la flamante presidenta de La Libertad Avanza al interior por temas partidarios. En el sector aeronáutico aducen, con todo, que la hermana de Javier Milei no utilizaría la flota oficial para emprender dichas travesías.