De manera inminente, el juez Federico Villena enviará un exhorto a Estados Unidos para requerir datos sobre investigaciones y causas en curso que la Justicia de ese país tenga abiertas sobre el piloto iraní Gholamreza Ghasemi, de quien se sospechan vínculos con grupos terroristas. Asimismo, se requerirán registros sobre el avión venezolano-iraní en tribunales estadounidense y antecedentes de embargos.
Clarín pudo confirmar en la medida en ciernes en la noche de este martes, con fuentes de la causa. El exhorto fue una de las medidas que la fiscal Cecilia Incardona sugirió en su dictamen en el que formalmente el sospechado piloto quedó imputado en la causa federal que mantiene a la aeronave retenida en Ezeiza.
En un apartado de “medidas sugeridas”, Incardona le solicitó a Villena este nuevo exhorto, que se suma a otros ya enviados por el juez antes de proceder a allanar el hotel donde el piloto y el resto de los tripulantes del cuestionado avión se hospedan mientras avanza la investigación sobre ellos.
En su requerimiento de instrucción la fiscal detalló su solicitud de medidas de prueba y, en particular, apuntó a un “exhorto diplomático a EE.UU. para que se amplíe lo ya informado y ese Estado manifieste si el señor Gholamreza Ghasemi resulta formalmente investigado en algún proceso en ese país y, en su caso, si se adoptó alguna medida restrictiva de su libre circulación”.
Sobre el avión, la fiscal requirió pedir informes por vía diplomática sobre “si pesa o no un embargo o restricción formal sobre la aeronave Boeing 747-300(M), matrícula YV3531”.
El juez tomó nota de la batería de medidas solicitadas por la fiscal y trabaja en las presentaciones requeridas. En rigor, el caracter de “sugerencia” es un protocolo: los magistrados deben accionar ante las medidas de prueba pedidas desde el Ministerio Público Fiscal.
Incardona incluyó estos dos requerimientos específicos en el marco de “la producción de 11 medidas de prueba”, entre las cuales “se solicita se mantengan las medidas cautelares dictadas”, escribió, en referencia a las medidas que mantienen tanto a la aeronave que explota Emtrasur.
Esa empresa de transporte aéreo de carga vinculada a la aerolínea estatal venezolana Conviasa trajo al país, el pasado 6 de junio al avión que, en los papeles, aún figuraría como propiedad de la aerolínea iraní Mahan Air, sancionada por Estados Unidos por sus vínculos con la Guardia Revolucionaria Iraní, las Fuerzas Quds y y sospechas de conexiones con Hezbollah.
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DS