11.8 C
Argentina
21 diciembre, 2024

María Rosa Fugazot: por qué defendió a Darthés, la operación que le hizo Lotocki y cómo hace para seguir plena y fumando a los 81 años

Noticias y curiosidades del mundo

Despliega su repertorio de muecas en el corazón de Plaza Italia, conociendo de memoria lo que necesita el fotógrafo. María Rosa Fugazot termina y prende otro pucho, mientras no deja de ser reconocida por la gente que pasa. “¿Qué hacés nena?”, le responde a una joven que la saluda, y le dice a Clarín: “La trayectoria que he tenido lleva a que la gente me pare por la calle o me abrace. Soy uno de los pocos dinosaurios que va quedando”.

“En líneas generales tengo suerte, se me quiere y se me respeta en el medio. Con la edad que tengo y como sigo trabajando, los premios y las nominaciones son una manera de agradecerme todo lo que he hecho y que siga en pie”, afirma la actriz que a los 81 años cruza la avenida Santa Fe a gran velocidad antes de que corte el semáforo.

María Rosa Fugazot viene de ser ovacionada en la entrega de los Premios Hugo, cuando le entregaron una distinción especial por su trayectoria. Ahora está nominada al Martín Fierro de Cine y Series, en la categoría Mejor Actriz por la serie Nada (donde trabajó con Luis Brandoni y Robert De Niro).

Y brilla sobre el escenario del Politeama con la obra Matar a mamá, junto a Inés Estevez y Florencia Raggi, con dirección de Paula Ransenberg. En esta comedia escrita por Laura Oliva que se presenta de viernes a domingos, María Rosa interpreta a una madre viuda que se ha convertido en una sensación del stand-up comedy en YouTube.

Además trabaja en otra obra, Pobreza en reparto, en el teatro El Tinglado, todos los domingos a las 15:30, junto a los actores Juan José Feliú, Gustavo May, Sandra Mora y Natalia Vacis, con dirección de Rafael Calomino.

Hasta hace muy poco los medios le hacían notas porque vivía en una casa prestada y no le alcanzaba la plata.

Fugazot aclara: “Era porque tras la pandemia estaba saliendo de un departamento, era un despelote para conseguir otra cosa y una amiga me ofreció su casa que se acababa de desocupar. Estuve hasta hace dos meses, cuando mis hijos me alquilaron este nuevo departamento acá, en Palermo. Pero fue algo circunstancial. Menesterosa todavía no he sido, no sé mañana… (Risas). No te digo que soy millonaria, porque no tengo un mango, pero todavía puedo sostenerme con mi trabajo”.

María Rosa Fugazot habla de todo con naturalidad, como por qué defendió a Juan Darthés y qué fue lo que sucedió cuando la operó Aníbal Lotocki. Foto: Ariel Grinberg María Rosa Fugazot habla de todo con naturalidad, como por qué defendió a Juan Darthés y qué fue lo que sucedió cuando la operó Aníbal Lotocki. Foto: Ariel Grinberg

Su defensa a Juan Darthés

La actriz también generó un gran impacto mediático al salir en defensa de Juan Darthés, cuando era una declaración vergonzante e incorrecta políticamente para muchos.

Explica: “Lo quiero mucho a Juan y a su familia, y en ese momento lo defendí porque lo sentí. Porque lo que escuchaba no me parecía ni lógico ni claro. Me dirán que yo no lo puedo asegurar, pero tampoco me pueden asegurar lo contrario”.

-¿Seguís en contacto con Darthés?

-Sí, por supuesto. Me manda siempre mensajes, al igual que la señora. Me agradeció el cariño. Juan estuvo muy mal anímicamente. La conozco a la mujer y no es de las que se quedan de brazos cruzados, no es ninguna tonta. O sea que si ella lo apoya es porque sabe quién es su marido.

Cuando se operó con Lotocki

María Rosa Fugazot sabe posar para la cámara. Es una de las caras históricas de la televisión y el teatro. María Rosa Fugazot sabe posar para la cámara. Es una de las caras históricas de la televisión y el teatro. «Uno de los pocos dinosaurios que van quedando», se ríe. Foto: Ariel GrinbergMaría Rosa Fugazot dice que prende la tele solo para ver películas y el programa Los 8 escalones. “Lo miro porque juego yo también y de paso ejercito la cabeza (Risas). Lo mismo que hacía cuando era jovencita y miraba Odol Pregunta”.

Hace diez años, María Rosa fue operada por Aníbal Lotocki, el cirujano tristemente célebre por haber intervenido quirúrgicamente a Silvina Luna, lo que le valió la muerte a la modelo. El médico está en prisión.

Agrega: “Lo de Silvina me provocó un gran dolor, sobre todo porque la conocía. Era un encanto de chica. Yo no sabía lo que Lotocki hacía, más de lo que yo vi. No puedo quejarme porque a mí me sacó, no me puso. La ventaja mía es que no me aplicó ninguna cosa rara, a mí me sacó grasa. Yo lo hice de grande, a los 70. Incluso me criticaron. ¿Pero qué carajo les importa lo que yo hago? Me saqué el colgajo de la panza porque me molestaba. Punto”.

Se emociona cuando recuerda a Gerardo Sofovich. “Además de un amigo al que quise muchísimo y con el que me peleé siempre, fue un gran compañero. Un tipo laburante y creativo que le aportó mucho a la televisión. Siempre recuerdo que hacía empalmes y ediciones a dedo, porque no estaba la máquina para hacerlo. Ponía pedazos de canciones y las iba pegando, un laburo terrible. Era la época en la que la tecnología para hacerlo no existía. Cada viaje que realizaba era para averiguar qué cosa nueva había para traer acá. Gerardo era chinchudo, sí. Porque era muy perfeccionista, pero para mí fue un gran tipo”, dice.

-Y contame eso de que le hacías papas fritas a Alberto Olmedo…

-Sí, porque cuando llegó de Rosario tendría 20 años y yo, 12. Comenzó como tiracables en Canal 7 con Juanito Belmonte, y mi mamá, que era rosarina, se lo traía a comer a casa. Cuando venía Olmedo, yo pelaba papas y hacía papas fritas porque sabía que le gustaban.

María Rosa Fugazot dice que no se hizo rica trabajando, pero que puede mantenerse. Foto: Ariel GrinbergMaría Rosa Fugazot dice que no se hizo rica trabajando, pero que puede mantenerse. Foto: Ariel Grinberg-¿Siempre te llevaste bien con él?

-Nos quisimos como hermanos. Cada vez que Olmedo tenía algún problema, se separaba o tenía algún quilombo, venía a casa y tocaba el timbre con un pollo en la mano. Mi mamá decía: “Ahí vino”. Traía la comida, para no comer solo.

-Tendrás tantos amigos que “se fueron de gira”. ¿Cómo lo sobrellevás?

-Me da mucha tristeza pero sé que son cosas lógicas. A mi edad, perdés gente. Lo que pasa es que es demasiada la que estoy perdiendo y me duele mucho. Son muchos los que se han ido, por no decir casi todos. Duele. Te vas quedando solo.

Una foto de María Rosa Fugazot de niña.Una foto de María Rosa Fugazot de niña.

El amor, la maternidad y el abuelazgo

Hace 25 años que María Rosa no está en pareja. “Me habré curado de espanto”, bromea.

Afirma: “Nunca fui muy exigente y a lo mejor fue por eso que no duré mucho con las parejas. Tuve tres nada más, tampoco es que fue una cosa (hace un gesto ampuloso)… Todos fueron buena gente. César Bertrand fue el padre de mis hijos y con él estuve 15 años. Después, separados y todo, estábamos en contacto permanente. Es más, creo que cuando nos separamos nos llevábamos mejor”.

-¿Cómo sos como madre y abuela?

-Mirá, no sé, yo soy como soy. Traté de ser lo mejor posible. El mayor, que es hijo de César pero se crió conmigo desde los 9 años, es Javier (65). El canta, ganó varios premios en el exterior. Mi nieta mayor es hija de Javier, vive en Brasil y se llama Natalia (40). Y ella me dio una bisnieta, Catarina, una brasileña de 5 años. Después están Sofía (6) y Franco (4), los hijos de René Bertrand (52), que es actor y director. Sofía muestra mis fotos y dice: “¡Esta es mi abuela!”. Pero cuando me paran por la calle, le da bronca. Se enoja.

María Rosa debutó en teatro a los 15 años, trabajando primero en comedia, y luego en varios géneros como el drama, la revista, los shows de café concert y los musicales. Compartió elenco con grandes capocómicos de nuestro país como Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Darío Víttori y Juan Carlos Altavista, entre otros. En la pantalla chica debutó en Operación Ja-Ja, en 1967. En los años ’80, fue parte de La peluquería de Don Mateo. Además, actuó en éxitos como Culpables, Tiempo final, Los Roldán y Amas de casa desesperadas.

En 2014, María Rosa regresó a los escenarios teatrales, cuando José María Muscari la convocó para formar parte del elenco de La casa de Bernarda Alba, el clásico de Federico García Lorca.

Hoy cuenta que se cuida con la alimentación, no toma alcohol, pero fumó toda su vida. “Hace poquito me hicieron un estudio y los pulmones están perfectos. Lo que tengo es esa mucosidad de miércoles que me quedó después de la pandemia. Además camino mucho, porque no tomo un taxi ni que me maten”, dice.

María Rosa Fugazot cuenta que va y vuelve del teatro en colectivo y que la gente la reconoce. Foto: Ariel GrinbergMaría Rosa Fugazot cuenta que va y vuelve del teatro en colectivo y que la gente la reconoce. Foto: Ariel Grinberg-¿Al teatro vas en colectivo?

-Si, voy y vuelvo en bondi. No se puede tomar tanto taxi, no hay bolsillo que aguante. Cuando subo al bondi, la gente me reconoce y se ponen a charlar.

La política y Cristo

Fugazot está desencantada con la política. Dice que todos la defraudaron, menos Raúl Alfonsín y Arturo Illia.

Afirma: “Yo tengo memoria. Me preguntan si dejé de ser radical, pero ahora, ¿radical de quién voy a ser? Yo fui radical de Ricardo Balbín y apoyé a Oscar Alende. El último mohicano que yo vi fue Mario Negri, que se fue porque se cansó de pelearse con todos”.

-¿Es verdad que ya no podés llorar?

-Sí, de chica y de joven lloraba con todo, hasta con las películas. Me hacía bien desahogarme. Ahora me cuesta y no puedo. En algún momento hubo un break y no pude llorar más. Cuando yo lloraba me sacaba el peso del pecho, ahora tengo permanentemente como una cosa fea en la boca del estómago y creo que es por no poder largar todas las cosas que me duelen y me angustian. A veces se me llenan los ojos de lágrimas, pero hasta ahí llego.

Seria. Además de sus roles habituales en comedia, María Rosa Fugazot sabe destacarse en el drama. Foto: Arel GrinbergSeria. Además de sus roles habituales en comedia, María Rosa Fugazot sabe destacarse en el drama. Foto: Arel Grinberg-¿Creés en la trascendencia del alma o cuando nos morimos, todo termina?

-Creo que algo debe haber. A veces siento que mi abuela, papá.. que ellos están. De alguna forma están. Yo soy cristiana de Cristo, y hablo mucho con Jesús. Lo debo tener harto, pobre.

-¿Vivís para dejar gratos recuerdos en la gente?

-Trato de ser honesta conmigo y con los demás. Pero intento no dañar gratuitamente a nadie. Si siendo sincera voy a lastimar a alguien, me meto la sinceridad en el bolsillo.

Últimas Noticias
NOTICIAS RELACIONADAS