Llegó el final del ciclo de Jorge Almirón en Lanús. Después de quedar eliminado de la Copa Sudamericana, el director técnico tuvo este jueves una conversación con sus dirigidos, ofreció una conferencia de prensa en la que analizó el encuentro ante Independiente del Valle y se mostró optimista de cara al futuro.
“Vamos a hablar con la dirigencia en estos días para ver que podemos mejorar”, indicó Almirón en la conferencia. Mientras lo escuchaban, los dirigentes tenían otra idea que nada tenía que ver con lo que el DT promovía.
Luego llegó la charla con las autoridades del club del Sur del GBA y el panorama fue otro. Los directivos pusieron la eliminación como uno de los argumentos centrales para pedirle la renuncia.
También apuntaron la marcha en el torneo local, donde se ubica en las últimas posiciones, apenas un punto por encima de los tres que apenas sumaron cuatro unidades. Además, en la tabla general, el Granate está lejos de las posiciones de clasificación a las competencias internacionales.
Tras escuchar los argumentos, Almirón se negó a renunciar y los directivos tomaron la determinación de dar por concluido el vínculo: le anunciaron que estaba despedido.
El club difundió un comunicado oficial en las redes sociales en el que confirma que Almirón no es más el entrenador del primer equipo, aunque no aclaran los detalles de la desvinculación.
“El Club Atlético Lanús, a través de su Comisión Directiva, le informa a sus socios, simpatizantes y público en general que Jorge Almirón no continuará en su cargo como director técnico del plantel profesional masculino. Le agradecemos por su aporte en esta nueva etapa al entrenador más ganador de la historia de la institución”, indica el comunicado.
Segundas partes, como en el caso de Almirón, nunca son buenas. Foto: EFE
De esta manera, en apenas 24 horas, se convirtió en el tercer entrenador que deja a su equipo: Sebastián Battaglia, en Boca; Julio Falcioni, en Colón; y ahora Almirón en Lanús.
En su primer periodo al frente de Lanús, Almirón consiguió un título de Primera División, la Copa Bicentenario y la Supercopa Argentina. Todos en 2016, mientras que al año siguiente disputó la final de la Copa Libertadores.
En Lanús, y en el fútbol en general, a los entrenadores no lo sostienen los buenos recuerdos, sino los resultados inmediatos.