El subsecretario del Ministerio de Seguridad, Eduardo Aparicio, será el sucesor de Gustavo Gómez, último titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide).
Aparicio está al frente de la Subsecretaría de Articulación Institucional para la Seguridad, que depende del Ministerio de Seguridad que conduce Sergio Berni y es quien, en los hechos, toma las decisiones de la Aprevide, sin necesidad de constituirse como su titular directo. El organismo quedaría bajo la órbita de su cartera y de esta manera no será necesario su nombramiento luego de la renuncia de Gómez en las vísperas de la primera fecha de la Liga Profesional de Fútbol.
El funcionario “es una persona de confianza de Berni”, lo pintan desde La Plata. Pero Aparicio tiene un curriculum más amplio: bajo la gobernación de Daniel Scioli, que ahora vuelve a la escena nacional como ministro de Desarrollo Productivo, se desempeñó como ministro de Desarrollo Social.
Aparicio fue quien desde la renuncia de Gómez comandó los distintos operativos de seguridad en los estadios de la provincia de Buenos Aires. A partir de esta semana, y más allá de los nombramientos, tendrá la visibilidad de que lo otorgó Berni al difundir el nuevo esquema.
Por qué la Aprevide está acéfala
A horas del inicio del torneo de la Liga Profesional de Fútbol y a dos días de que se disputara el clásico platense entre Estudiantes y Gimnasia, la Aprevide se quedó sin su jefe. Fue el 3 de junio y la salida fue explicada por una “renuncia indeclinable”.
Gómez había quedado en el centro de las críticas tras los enfrentamientos de la barra brava de Independiente y las agresiones de hinchas de Racing a seguidores del Deportivo Cali. El funcionario había llegado en reemplazo de Juan Manuel Lugones, con un pasado inmediato como Director de Seguridad Preventiva de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
El último conflicto que desgastó a Gómez tuvo que ver con la organización del partido de la Copa Argentina entre Tigre y Los Andes: primero se jugaría con público de ambas parcialidades, luego no, más tarde cambió cambió la sede y recuperó la posibilidad de público, pero el desenlace fue más radical: el Milrayitas no se presentó al partido en disconformidad por lo acontecido.
Días más tarde, más allá del reclamo, el Tribunal de Disciplina de la AFA le dio por perdido el partido al club de Lomas de Zamora y el elenco de Victoria se las verá con Deportivo Madryn por los 16avos de final de la competencia.